martes, 5 de octubre de 2010

El día que tomé esta desición

Me lo había dicho varias veces, pero no presté atención.


No es un capricho, no es porque está de moda, es porque ha llegado el día que deje de sentir sola, pues me parece que es el tiempo en que deje a mi mente y a mi corazón sentir, pensar, creer, soña sin preocuparse de la razón.

El iniciar esto cayó como tantas cosas en el mar de pensamientos, acciones y deseos que siempre digo "algún día realizaré" y para ser honesta no creí que empezaría de esta forma el pequeño viaje hacia mi propio autodescubrimiento, el darle una nueva oportunidad a la persona que he dejado de ser.

Es el reencuentro con una de las cosas que más me gusta hacer, espero que esta vez pueda ser firme y continuar y no sea una cosa importante que deje atrás, recuerdo que me animaste una vez.

El pensar en este medio me recuerda mucho a ti, Carolina, a pesar del corto tiempo en el que nos conocimos, te llevaste algo de mi.

Me has motivado junto con Rosa (una amiga de la que pronto sabrás) a emplear este medio para poder expresar todo lo que me ocurra, y quiera contar.

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